Buenos aires, tranquila, respira, estás en casa. Te haces pequeña, intentas huir de tu peor versión, de lo que salió mal, de las miradas de decepción, de la falsa preocupación.
Escapé de la perfección, del dinero que todo lo viste y desviste, de ese falso interés desinteresado. Me vi con ojeras de cansancio, con arrugas de preocupación, en lugar de las que me produce la risa. Los que me conocen saben: LA RISA ES POR DEFINICIÓN SALUDABLE. Me he tomado mi tiempo para asimilar. No me arrepiento de haber huido. Así me siento. Fugitiva. Huí de las mentiras, de ese dinero que todo lo viste y desviste, de que me preguntasen si estaba bien cuando se me saltaban las lágrimas y fingiesen no verlas, de que pusiesen el valor a las personas en forma de números en la cuenta corriente o todo lo que estabas dispuesta a sacrificar por ellos. Porque al final, muy pocos son los que no quieren nada a cambio, o bueno si lo quieren, te quieren a ti. A tu yo real. A tu esencia. Con imperfecciones que te hacen perfecta, o eso me han dicho alguna vez. En esta vida, con los pocos pasos que he ido dando, con mi corto despegue, compruebo que se aprende a base de golpes, de tropezar y caer, de volver a empezar. Cuando volví a casa, me topé con una de esas lenguas imprudentes que me dijo: "chica me dijeron que te leyese, que estabas muy jodida". El ser humano (bueno a este tipo de personas. ¿se las puede llamar así? se alegra del mal ajeno. Disfruta de cada caída, y si puede te ayuda a tropezar. Que lástima. Empiezo sin saber lo que quiero. Tengo muy claros ciertos objetivos y planes a medio plazo. Pero no qué quiero realmente. Qué me hace falta. Por momentos tengo la sensación que me paro, me estanco, me cuesta avanzar. El mundo gira muy deprisa. Amigas, novios, trabajos, comidas, cenas, cafés, tardes de aburrimiento, días en los que necesitas darle la vuelta al reloj y que todo vuelva a empezar. Es algo que no soporto. Acción-reacción me define. Vital, alegre y positiva. Sigo siendo yo pero con añadidos que matizan esa vitalidad, alegría y positivismo pasado. Puede que más madura, o todo lo contrario. Puede que más injusta, exigente y crítica, conmigo misma, pero sobre todo con mi entorno. Cuando conoces otras realidades, que a veces son hostias en la cara, cambias. Lo intentas deshacer. Volver a lo que antes te hacía feliz y con lo que te conformabas. Ahora eso no basta. Y nunca bastará. Por eso uno de los errores que he tenido es querer que todo volviese a ser como era antes. Volver a ser esa niña que se emocionaba cada noche de reyes o que paseaba con su abuelo por el parque y corría, escapándosele entre sus manos esa inocencia y tantos segundos que no recuperara jamás. El principio está dónde todo acaba: en ti. Creo que a todos nos hacen falta buenos aires, para sentirnos bien.
2 Comentarios
Hola de nuevo!! Cómo podéis imaginar pasar 72 horas en Nueva York no es nada y debes aprovechar cada segundo allí. Mires a donde mires siempre hay gente, gente corriendo, con prisas, turistas que se paran en mitad de la calle y que preguntan perdidos, paradas de metro, personas sin techo, puestos de comida rápida, más puestos, bicicletas, motos, coches y muchos taxis. Siempre hay taxis. Llegué un sábado por la mañana temprano. Fuimos en coche desde Pittsburgh y tardamos aproximadamente 6 horas. Esto pasó justo el mismo día que tuve el "accidente" por lo que estaba muy triste y con apenas ganas de hacer nada. Teníamos entradas para ir a visitar la Estatua de la Libertad. Tienes que coger un ferri (barco) que te lleva a la Isla. Allí hay tiendas y cafeterías. Tienes que pasar también varios controles de seguridad. Es una verdadera maravilla. El día estaba muy nublado por lo que las fotos no son increíbles. Prácticamente nos llevo entre 5 y 6 horas la excursión a la Estatua y a otra isla (de la que ahora no recuerdo el nombre). Creo recordar que el precio es de 18 dólares. A la excursión fui con la familia para la que trabajo, ellos me llevaron y allí estuvimos con parte de la familia de la madre. En el barco tuve que aguantar como la madre le contaba a su hermana cosas sobre mí, ni disimularon ni se cortaron. Allí a mis espaldas (literalmente) hablando de mi. En fin con más ganas que nunca de perderme en Nueva York, les dije adiós y tomé rumbo a encontrarme con mis amigas. Ya era de noche cuando nos encontramos en el portal de la casa en la íbamos a dormir. Había contactado con una "chica" por couchsurfing y su ubicación era increíble: vivía en pleno Upper East Side, justo a dos manzanas de Central Park. Os explico porqué he puesto chica entre comillas. Cuando empecé a buscar posibles alojamientos en couchsurfing me encontré con esta única chica, cosa que me inspiró más confianza, ya que al ser yo una chica da menos miedo. Intercambiamos varios mensajes, me dio via libre para quedarme con ella dos noches y nos agregamos en instagram. El día de antes de ir a Nueva York le pregunté si podía ir a dejar las maletas el sábado temprano, para no cargar con ellas, y su respuesta fue te aviso que por el día soy un chico y que solo soy chica cuando salgo de fiesta. Mi cara fue un bendito poema porque no me lo esperaba para nada. Le dije que no había ningún problema y que nos encontraríamos al día siguiente. El piso en pleno corazón del Upper East Side era pequeño, una sola habitación, baño diminuto y asqueroso y no tenía wifi disponible. Cuando llegamos el chico nos llevó a cenar fuera y esa noche salimos de fiesta a un sitio increíble. En Nueva York puedes encontrar sitios que si vas andando por la calle dirías que son una panadería o peluquería pero que si entras dentro son clubs y sitios nocturnos. Nos llevó a un sitio que estaba en Lower East Side. No recuerdo como se llamaba pero era estilo años 20, y la gente bebía en tazas de té. Fue muy divertido y un sitio diferente. A la mañana siguiente, con mucho sueño nos preparamos para empezar el día. Desayunar en Central Park, barcas en el lago, Brooklyn, cruzar andando el puente de Brooklyn, Times Square, Gran Central Station y algún que otro sitio más. Reencontrarme con amigas, caras conocidas, llenas de amor, risas, abrazos. Me llenaron de fuerzas y de todo el amor que me falta en mi día a día. El lunes fui de compras y me pasé dos horas y media esperando a que me recogieran en el punto de encuentro... (No comento) Para moverte en esta ciudad lo puedes hacer en metro, 3 dólares el trayecto. En taxi o coche te la juegas más con los atascos. Nosotras cogimos dos taxis y no me parecieron tan caros para lo cara que es la ciudad. Puedes gastarte un dineral en comer o encontrar sitios de 99 centavos una porción de pizza. Si tenéis alguna duda o pregunta no dudéis en escribirme... No quiero hacer una biblia del viaje. 72 horas son pocas pero si te organizas pueden dar para mucho. Vivir en el extranjero no siempre es fácilPor fin vuelvo a estar por aquí.... Las últimas semanas han sido complicadas y he estado muy ocupada, trabajando la mayor parte del tiempo. Vivir en el extranjero no siempre es fácil, hay días en los que se te viene el mundo encima, y al no estar tu familia o amigos para tirar de ti, pues todo se te hace mucho más cuesta arriba. Conforme van pasando los días voy conociendo más la cultura y costumbres americanas, que son muy diferentes a las de España. Cuando crucé el charco no me esperaba que la diferencia fuese a ser TAN GRANDE. En España soy una chica de clase media y que he estudiado dos carreras. Llego aquí y soy una simple niñera, que tiene que hacer camas, limpiar, recoger, cocinar y educar a unos niños que tienen todas las cosas del mundo pero que aun así lloran por todo. Muchas veces me miran por encima del hombro. Y me hacen sentir inferior. Gracias a esto he aprendido a valorar y no menospreciar ningún trabajo, porque al igual que la cajera del supermercado no tendrá ninguna gana de estar ahí, pero que de algo tiene que vivir, conmigo pasa lo mismo aunque cambiado el objetivo, en mi caso no es económico, es educativo, perfeccionar mi inglés y estudiar en una universidad americana. Hace unas tres semanas hubo una explosión en mi vida y casi abandono mi plan de estar aquí. No solo tengo que aguantar y tener paciencia con los niños, que aunque sean terremotos y no tengan una idea buena, son niños y son adorables, tengo que lidiar con una madre perfeccionista, para la que nunca nada está bien y que cada vez que me llama por teléfono me dan palpitaciones por sí he vuelto a hacer algo mal. A esto se sumó que en mi camino a recoger a la niña del colegio, me paré a tomar un café en Starbucks, estaba cansada y necesitaba esos 10 minutos a solas con el café. En el parking cuando iba a aparcar no me di cuenta que tenía un coche detrás y sin querer ZAASSS, le di un golpe. Me bajé del coche temblando, no me podía estar pasando. Lo primero que hice fue pedir perdón a la mujer del coche y ella empezó a gritarme y a decir que había que llamar a la policía. Fueron dos, como mucho tres, arañazos y la mujer quería llamar a la policía. Para colmo no llevaba mi permiso de conducir internacional. Llamé por teléfono a las personas encargadas de "protegerme" aquí, y me encuentro con una madre que viene enfadada y que me dice que voy a tener que pagar yo los primeros 500 dólares del seguro. Porque teniendo tres coches, un BMW y un nuevo Audi Q7 muy equipado entre ellos, tienen un seguro en el que si tienen un accidente los primeros 500 dólares los abonan ellos (sinceramente esto no lo entiendo). Me vi sola y tremendamente asustada. Me hice muy muy pequeña. Con un ataque de ansiedad por todo el estrés acumulado y por el "accidente", en cuanto pude llamé a mis padres, que lo primero que me dijeron es que no iban a consentir verme así más, y que me volviese a casa al día siguiente. Les pedí tiempo para ver si las cosas mejoraban, y lo están haciendo, poco a poco, me voy sintiendo mejor, vuelvo a ser la misma, con la misma energía y ganas de hacer cosas. Seguramente no soy la primera ni seré la última en vivir experiencias duras lejos de casa. A todos aquellos (y a mi misma por si se me olvida) os digo que todo pasa. Que si hay días que lo único que queréis hacer es dormir, hacedlo, ya llegarán tiempos mejores. Que la vida son experiencias y aprendizajes constantes. PD: El polícia fue muy agradable y no me puso multa. Mi deuda actual es de 325 dólares y bajando. Mi soporte vital. Mi fuente de energía
Tal día como hoy, hace un año, 365 días y aproximadamente 8760 horas estaba en Guanajuato, México, viviendo una fiesta en la que los mexicanos celebran su independencia del pueblo español. Allí estaba yo celebrando con ellos esa libertad que años atrás, antepasados míos, decidieron quitarles, para tenerles sometidos como esclavos.
Hechos como este me hacen pensar en la libertad, ¿existe de verdad esa libertad de la que nos enorgullecemos cada vez que decimos: soy libre para hacer lo quiera?. Pero ¿qué hay de cierto en esa libertad? Personalmente creo que somos esclavos de un sistema, día tras día, hora tras hora. Estamos sometidos diariamente, pero de una forma tan sutil que apenas nos damos cuenta. O sí nos damos cuenta, pero pasamos de hacer algo y cambiar. Sometidos a un sistema que nos impone qué esta bien y que está mal, aunque luego tu tengas a juicio personal tus pensamientos. Tomamos decisiones en base a lo que los demás puedan pensar de nosotros y nos sentimos bichos raros si actuamos diferente. Tod@s iguales. Estereotipos de niñas palo, todas guapas, todas ricas, referentes de estilo. Todas con la talla 34, ni un ápice de grasa. Qué lástima diría mi abuela, les faltan 3 cocidos para poder estar vivas. Como borregos ansiamos tener ese nuevo top, o ese nuevo jean que combinado con ese nuevo bolso será perfecto, guau que bien te ves, vas a la moda. Buscas ser original y diferente pero sales a la calle, cruzas la esquina, y en plena calle Gran Vía te cruzas con el mismo bolso, jean o top cada dos segundos. Miras con envidia a las demás. Te sientes inferior por no "tener", sin darte cuenta que tienes todo y más, pero que te falta vida. Correos diarios, cartas de presentación, fotos, dietas y ejercicios por llegar a ser una de las seleccionadas por esas nuevas agencias que te harán ir a eventos y que te codees con gente guapa y llena de estilo, pero ¿y de vida? Estar presente en las redes sociales, colgar todo lo que haces para que la gente vea la vida tan guay que tienes. -"¿Has visto dónde estoy cenando y que he estrenado el bolso que me compré ayer en la tienda que colgó una instagramer en su instagram?" (Ojo yo también lo hago a veces, y me incluyo en la crítica de estar inmersa en esa espiral de superficialidad en la que me han sumergido. Digo me han, porque me he visto sumergida. No sé si por las nuevas tecnologías o porqué, pero en ella estoy). Soy la primera que intenta ir a la moda, digo que lo intenta porque no salgo de los básicos y no me atrevo a ser original más allá de alguna sudadera con tachuelas. Pero me quedo ahí. Me da vergüenza que me miren por la calle. Que la gente analice lo que llevas, tu pelo, tu cara. Me pongo roja y suelo agachar la cabeza. Me encantaría decir: ¿Qué estás mirando?, pero no lo hago. Quizás yo hago lo mismo con otras personas sin darme cuenta. Me aplico el lema: vive y deja vivir, pero también soy la primera que cotillea más de lo que debería o qué comenta con quién no debería. Porque ahí están esas personas esperando tranquilas a que tengas un mal día, te vayas de la lengua y poder decirle al mundo entero: mira ésta lo que va diciendo. Vivimos en una sociedad en la que en lugar de ayudar al prójimo, nos enseñan a poner la zancadilla. En pelea por lo que quieres, persigue tus sueños, llega todo lo alto que puedas, porque ahí en la cima encontrarás la felicidad. ¿Pero qué pasa si mi felicidad está a la vuelta de la esquina?¿O si no necesito escalar toda la montaña para encontrar lo que me hace feliz o a quién me haga feliz? Porque esa es otra: ¿sigues sin novio? Sí, ¿algún problema? Y tan feliz que estoy. Saber estar solo con conocimiento de causa. No depender de otra persona para hacer cosas. Hace dos semanas me fui sola al cine. Nunca lo había hecho. Y lo hago en Estados Unidos y con una película de terror. Fui feliz. En este post os llevo de viaje por mis pensamientos. México me enseñó muchas cosas, entre ellas a saber mirar con otros ojos, apreciar la vida, no juzgar, aceptar a las personas tal y como son y a tender siempre mi mano a quién la necesite. Más allá del peligro que pueda haber en este país, están las personas que viven en él. Gente que te da todo lo que tiene más y qué te hace ver lo egoísta que eres por no querer compartir un helado o una camiseta. México me hizo ver que por dar limosna no soy mejor persona. Porque dar lo que te sobra no es ayudar a los demás, es ayudarte a ti mismo a desprenderte del peso de tu conciencia. ¡¡¡VIVA MÉXICO!!! PD: No es una crítica, es una reflexión sobre la vida, el viaje que emprendí hace tiempo dentro de mí. No significa que sea una revolucionaria. El finde pasado tuve la suerte de poder hacer una escapada exprés a una de las ciudades que más ganas tenía de conocer: CHICAGO!! El sábado a las 5 de la mañana sonó el despertador, con las pestañas pegadas y mucho sueño me vestí rápido y coche al aeropuerto. Para viajar, a pesar de que era muy pronto y que probablemente mi cara era un poema, opté por un poco de crema hidratante y gafas de sol, nada de maquillaje, quería ir cómoda y tener la piel fresca para que después el maquillaje aguantase todo el día. En el avión caí rendida y una hora y media después, el magnífico piloto hizo uno de esos aterrizajes nada elegantes, es más si recuerdo bien, fue uno de los peores aterrizajes de mi vida, pero esta claro que no pasó nada, sobreviví. Estaba cumpliendo uno de mis sueños, estaba en CHICAGO! Aterrizamos en el aeropuerto de Midway. Allí hay un tren directo al centro de la ciudad, que cuesta 2.99 dólares. Lo puedes comprar en las máquinas con tarjeta o en efectivo (pero con el dinero justo ya que las máquinas no dan cambio). Midway es el aeropuerto que más cerca de la ciudad y mejor conectado está. A las 8:00 am. teníamos todo un día por delante para ir descubriendo la ciudad. El tiempo estaba nublado y había previsión de lluvias para las primeras horas, pero eso no nos detendría (o eso dijimos). Tren hacia la ciudad y buscar un sitio para desayunar y cargar pilas, era el primer objetivo en ese gran gigante. Dicho y hecho, llegamos sin tener mucha idea, y sin querer arriesgarnos acabamos en Starbucks (aquí hay uno en cada esquina y lo mejor: siempre hay gente). Con mucha energía empezamos a explorar la ciudad. En cada paso que dábamos nos íbamos enamorando un poco más. Aunque he viajado y visto más ciudades, nunca había visto nada igual. Entre edificios altos, tráfico, gente corriendo, turistas, foto aquí, foto allí, mira allí, guaaauuu, boca abierta, etc pasamos las primeras horas. No teníamos un mapa y aunque si que sabíamos las cosas que había que hacer y cuáles eran las calles más importantes, nos fuimos encontrando por sorpresa con las cosas. MilleniumPark fue uno de los primeros sitios a los que llegamos por casualidad. La "judía" "The Bean". De las cosas más famosas de Chicago. Ahí estaba, ante nuestros ojos. Fue un momento mágico. No podía estar más feliz. Volví a brillar. Cuando tienes la suerte de ir cumpliendo tus sueños, sientes dentro de ti una felicidad incalculable. Es algo tremendamente bonito. ¡¡¡Es cumplir un sueño!!! Michigan Avenue, puentes, el lago Michigan, más edificios, tiendas. Michigan Avenue es una de las calles más importantes de Chicago donde puedes encontrar tiendas, restaurantes, más tiendas. Atraviesa prácticamente el centro de la ciudad. Si sigues hasta el final puedes acabar en la playa de Chicago, porque así es, en Chicago hay playa. Con un poco de mala suerte empezó a llover, al principio era una lluvia débil y nos permitía seguir avanzando, pero al poco rato, empezó a llover muy fuerte y junto con el viento que hacía, parecía que estábamos en un concurso de camisetas mojadas. Tengo que añadir que siempre que llueve y voy sin paraguas llevo puesta una camiseta blanca. Ya os imagináis el resto. Resguardadas en el portal de un edificio, decidimos ir a un restaurante. Miré un mi lista y para nuestra buena suerte, estaba a pocos pasos de nosotras uno de los restaurantes de Chicago al que tienes que ir SI O SI a comer su famosa Pizza: Giordano´s Restaurant. Eran las 11:30 am, quizá un poco pronto para comer, pero no para tomarnos una buena cerveza fría. Nuestro camarero fue un chico de esos que tienen mundo, que se le ve de lejos que es un alma inquieta y hablaba español también. Aunque había nacido y vivido en el estado de Nueva York, había viajado por el mundo y hablaba cerca de 5 idiomas. En momentos como ese, en el que conoces gente tan increíble, te cuestionas un poco tu incapacidad con los idiomas. Él habla 5 idiomas, y yo hablo 2 y el segundo pichipicha. Nos aconsejó pedir cuento antes la pizza porque tardaba cerca entre 45 minutos y 1 hora en estar lista. Cuando tuvimos esa maravilla ante nuestros ojos, que por cierto estaban abiertos como platos y casi podíamos comer por ellos, creímos estar en el paraíso. Cerveza fría y esa pizza, no podíamos pedir más. La Pizza pequeña da para que coman entre 2 y 3 personas, y cuesta alrededor de 20 dólares. Se pueden elegir los ingredientes y combinarlos a tu gusto. Hay varios Giordano´s en Chicago, nosotras fuimos a uno que estaba muy cerca de Michigan Avenue, tenía terraza y era un sitio muy agradable. Por la tarde, algo cansadas de andar, decidimos hacer el Boat Tour. Me habían recomendado el boat tour de arquitectura, en el que te atraviesas la ciudad por el río y puedes ver verdaderas maravillas. Nosotras combinamos el tour de arquitectura con el lago Michigan y ver el atardecer desde allí. Fue sin duda una de las mejores decisiones. Precio del tour 35.50 dólares, duración de 90 minutos. En chicago tienes la opción de comprar un City Pass Tour, con el que puedes disfrutar de cinco atracciones turísticas. Nosotras decidimos no comprarlo puesto que no teníamos mucho tiempo y para visitar y disfrutar los museos necesitas muchas horas. Preferimos caminar y conocer la ciudad. Si podemos volver ya profundizaremos más. Para acabar el sábado fuimos a "House of Blues", escuchar Jazz es otro de los indispensables que tienes que hacer en Chicago. Después estuvimos bebiendo unas cervezas y disfrutando de la noche en Chicago. El domingo muy temprano, sin desayunar, y con 4 horas de sueño en nuestras espaldas, salimos escopetadas para el Skydeck, uno de los rascacielos que mejores vistas de Chicago ofrece y desde el que puedes ver 4 estados a la vez. Al ir temprano, sobre las 9:30 am no tuvimos que hacer nada de cola. El precio de la entrada es de 22 dólares, y merece muchísimo la pena. Otra vez me volví a quedar sin palabras. El alojamiento en Chicago en bastante caro, y aunque tienes opciones económicas, nosotras optamos por el Couchsurfing. Era la primera vez en mi vida que lo iba a hacer y me anime porque éramos 5 chicas, no yo sola. El Couchsurfing es una red de personas que ofrecen parte de su casa, un sofá, una habitación, de forma gratuita a personas que están de paso en la ciudad. Me parece muy increíble que la gente te abra las puertas de su casa, te ayude en lo que necesites y si tiene tiempo lo comparta contigo, es algo que evidentemente no se paga con dinero. Nuestra experiencia fue increíble. Dimos con un chico muy agradable, que fue muy respetuoso y nos ayudó en todo momento. Tuvimos la suerte de que su casa estaba en una de las zonas de moda de Chicago y sin poder ni imaginarlo, en el piso 30. Dormimos con Chicago a nuestros pies. (El chico además era muy guapo ;D) A pesar de que fueron muy pocas horas, Chicago me has encantado muy mucho. Creo que es un Nueva York en pequeño y mucho más limpio. El tiempo fue estupendo. Una ciudad llena de vida, gente en la calle y actividades. Pronto llegará el invierno y sus -30ºC. Tengo muy claro que hay momentos que no se pagan con dinero, y viajar te da muchos de estos momentos. Si necesitáis más información sobre cosas que hacer o ver en Chicago, me podéis preguntar o enviar un correo a: [email protected]. PD: Me gustaría ordenar los Post de forma cronológica a la fecha real de los viajes, investigaré como hacerlo. EN MÉXICO TUVE LA SUERTE DE VIAJAR MUCHO, Y POR ELLO TUVE QUE INFORMARME DE QUÉ MEDIOS ERAN SEGUROS, CUÁLES ERAN LOS MÁS BARATOS, CUÁLES LOS MÁS RÁPIDOS, ETC. A CONTINUACIÓN OS DEJO UNA GUÍA PRÁCTICA SOBRE CÓMO VIAJAR POR MÉXICO. ES IMPORTANTE PLANIFICAR TU VIAJE Y EL ITINERARIO QUE VAS A HACER.
POR CARRETERA: PARA MÍ ES UNA DE LAS FORMAS MÁS BARATAS DE VIAJAR EN MÉXICO. PUEDES PLANIFICAR TUS VIAJES Y VIAJAR DURANTE LA NOCHE YA QUE LOS AUTOBUSES SON MUY CÓMODOS Y SEGUROS. O DURANTE EL DÍA. PARA MI SORPRESA LAS COMPAÑÍAS DE AUTOBUSES CONTABAN CON UNA GRAN OFERTA DIARIA DE SERVICIOS, SIENDO MUY FÁCIL ENCONTRAR UN BUEN HORARIO QUE SE AJUSTASE A TUS NECESIDADES. A CONTINUACIÓN TRES COMPAÑÍAS CON EL ENLACE DIRECTO A SUS PÁGINAS WEB.
EN AVIÓN: MÉXICO ES UN PAÍS MUY MUY GRANDE, Y POR LO TANTO LAS DISTANCIAS ENTRE LAS CIUDADES SON GIGANTESCAS. HAY OCASIONES QUE VIAJAR EN AUTOBÚS SE HACE IMPOSIBLE, YA QUE IMPLICA MÁS DE 24 HORAS DE VIAJE. LAS COMPAÑÍAS AÉREAS MÁS BARATAS Y SEGURAS SON:
OTRAS OPCIONES SON EL ALQUILER DE COCHES PERO PERSONALMENTE NO LO ACONSEJO MUCHO. HAY ZONAS QUE SON PELIGROSAS Y NUNCA SABES LO QUE TE PUEDES ENCONTRAR EN EL CAMINO. PARA VIAJES LARGOS EN MÉXICO ACONSEJO 100% HACERLO EN AUTOBUS O EN AVIÓN. DA IGUAL LA PARTE DEL MUNDO EN LA QUE ESTÉS, SIEMPRE TIENES QUE TENER CUIDADO Y SER MUY PRECAVIDO. VIAJAR ES MARAVILLOSO, PERO ANTE TODO HAY QUE HACERLO SIN PONER EN PELIGRO TU VIDA. cómo ya he dicho en otro post, yo viví en querétaro. Allí me movía principalmente en uber, medio seguro y barato. Creo que uber está en todo méxico, así que si vais al d.f, guadalajara, etc es lo más seguro para moveros por allí. En querétaro también agarre el autobús público para ir al centro de la ciudad, por 30 céntimos de euro aproximadamente, son muy antiguos, pero acabas llegando a tu destino. ESPERO QUE ESTA GUÍA RÁPIDA SEA DE UTILIDAD, HAY MÁS COMPAÑÍAS PERO ESTAS SON LAS QUE MÁS UTILICÉ. MART´S!! Hace dos años, no superé la prueba de nivel de inglés que me iba a dar la oportunidad de estudiar en cualquier parte del mundo, el conocido Erasmus (en Europa) o Munde (fuera de Europa). Esto hizo que mis opciones se limitasen solo a países de habla hispana. Una muy buena amiga mía estaba por esas fechas (año 2014), viviendo en Querétaro, México, se había ido a estudiar allí un año. Me dijo: tienes que venir de verdad, es un sitio increíble. Estuve buscando en internet información sobre la ciudad, sobre la vida allí, la universidad, etc. Me decidí. La primera vez en mi vida que iba a cruzar el charco, por 5 meses. La Universidad Tecnológico de Monterrey y Querétaro iban a ser mi nueva casa. Muchos nervios y sobre todo muchas ganas por descubrir todo aquello. No que dejé a mi amiga me contara muchas cosas, quería ir descubriéndolo yo, paso a paso, todo aquello. Cuando escribes en el buscador de google Querétaro, no sale nada en comparación con lo que la ciudad es. No sale que hay cerca de 400 estudiantes internacionales, que hay una fiesta increíble ni que es ciudad de “narcos”. Si amigos, de esto me enteré cuando llegué allí. Fue de las primeras cosas que me dijeron, junto con: tranquila, por ese motivo es una ciudad muy segura, al estar las familias aquí no hay problemas. en internet no encuentras que la gente es INCREíble, que se come demasiado bien, que te enamoras de cada rincón del centro histórico, que es una ciudad muy cuidada y que probablemente te robará el corazón de por vida. creerás incluso que eres mexicano, hablarás como MEXICANOS, probarás las micheladas, el chile habanero y verás atardeceres mágicos. Querétaro es todo esto y más.
|
MMART iS Archives |